|
Antes de una visita al memorial de Bernburg para las víctimas de la eutanasia nazi, de las que cerca de 14.000 personas murieron en ese sanatorio psiquiátrico, los alumnos indagan en el contexto médico y político que llevó a asesinar a discapacitados y enfermos. A través de los documentos históricos, en gran parte provenientes del temido "centro de eutanasia", reconocen el papel que jugó Bernburg como etapa previa al asesinato masivo en los campos de exterminio.
En la Antigüedad griega, el término "eutanasia" designaba las prácticas empleadas para ayudar a los enfermos agonizantes a través de aliviar el dolor y brindar acompañamiento espiritual. Desde la época del nazismo, es sinónimo del asesinato masivo de discapacitados físicos y mentales ya sea a través del gas, por medicamentos o por la privación de alimentos. La ideología nazi consideraba que dichas personas eran "existencias superfluas" a raíz de su menor rendimiento; en consecuencia, esas vidas carecían de valor y sentido para la comunidad y por lo tanto, debían ser eliminados.
Ya hacia fines del siglo XIX y comienzos del XX, en el ámbito de la medicina y la antropología se discutía la exclusión de determinados grupos sociales bajo la consigna de "higiene racial" [ver imágenes]. Tras la Primera Guerra, en plena crisis económica, el abogado Karl Binding y el psiquiatra Alfred Hoche propugnaron, a partir del año 1920, el asesinato de personas discapacitadas con la consigna programática de "autorización a aniquilar la vida no digna de ser vivida" [ver documentos]. Hasta la década del 1960, su argumentación fue utilizada por los victimarios de los "centros de eutanasia" para legitimar sus acciones.
En los libros escolares de Historia, el asesinato de los enfermos y los discapacitados por los nazis es tratado sin suficiente profundidad. Además de que no se le dedica suficiente espacio, tampoco se analiza el programa de "eutanasia", organizado sistemáticamente a escala industrial, como una etapa previa que condujo al asesinato masivo en los campos de exterminio. En el debate público actual en torno al nazismo, la temática de los crímenes de la "eutanasia" no suscita demasiada atención. La razón principal de ese desinterés es que las víctimas de ese aniquilamiento siguen siendo consideradas como un grupo marginal, mientras que los profesionales que fueron los victimarios pertenecían a segmentos de mucho prestigio social. En consecuencia, el asesinato de discapacitados mentales y físicos a manos de médicos y enfermeros de ambos sexos, sustentado en decisiones del poder judicial y la administración pública, termina por obtener una aparente legitimación.
Tratar esta temática en la escuela exige crear conciencia y sensibilizar sobre la discapacidad mental y física, además de reflexionar sobre conceptos como "enfermedad", "salud" y "calidad de vida". Necesariamente, dicha reflexión tiene que ser previa a la visita de un sitio histórico. La confrontación con la cámara de gas en Bernburg permite percibir emocionalmente los miedos de las víctimas en los últimos minutos como así también reflexionar sobre la motivación de los victimarios, sin caer en la moralización.
Pocas semanas antes de que comenzara la Segunda Guerra, el régimen nazi pasó de la esterilización compulsiva al exterminio físico de los enfermos y discapacitados. En agosto de 1939 se comenzó a internar a niños discapacitados, hasta esa fecha atendidos en hogares, a lugares denominados "departamentos especializados en niños", donde se los mataba privándolos de alimentos o por envenenamiento. El siguiente paso comenzó en 1940 y consistió en asesinar masivamente a los internos de sanatorios y asilos, sin importar su edad. Dicha etapa incluyó de manera sucesiva seis instituciones psiquiátricas distribuidas en diferentes regiones (Brandeburgo, Bernburg, Grafeneck, Hadamar, Sonnenstein/Pirna y Hartheim/Linz) [ver mapas]. En el hospital psiquiátrico de Bernburg, en octubre de 1940 obreros especializados instalaron una cámara de gas disimulada como sala de duchas, además de una sala para autopsias, una morgue y un crematorio. Los pacientes, hombres y mujeres, eran traídos en autobuses desde las instituciones psiquiátricas de las cercanías e incluso de zonas más alejadas; el primer traslado tuvo lugar el 21 de noviembre de 1940. Tras su llegada, eran desvestidos, fotografiados y revisados por un médico, quien sobre la base de una lista de diagnósticos posibles, asignaba una causa de defunción que correspondiera a la edad y al estado de salud de cada una de las personas. Acto seguido, los enfermeros acompañaban a las personas en grupos de 60 a 75 integrantes al sótano, donde se encontraba la cámara de gas; allí, los enfermos psiquiátricos eran asfixiados con monóxido de carbono. Unas 1.400 personas morían mensualmente en Bernburg por esa causa.
Los parientes recibían "cartas de consuelo" con textos estandarizados [ver documentos] como así también certificados de defunción que consignaban una fecha dos a tres semanas posterior al fallecimiento real. Durante ese lapso , aunque el paciente ya había muerto, el sistema de seguridad social seguía pagando los costos diarios de atención médica. A pesar de estos intentos de fraude, los homicidios no permanecieron en secreto. La alarma que se generó en las inmediaciones de los "centros de eutanasia" y el sermón público del obispo católico Clemens August Conde von Galen del 3 de agosto de 1941 [ver documentos] llevaron a que el régimen nazi dispusiera el 24 de agosto de 1941 el cese de la "eutanasia" por medio de gaseamiento . Hasta ese momento, tan sólo en Bernburg se registraron más de 9.000 muertos; en total, unas 70.000 personas murieron en los seis centros de "eutanasia". En una segunda etapa, el programa homicida continuó de manera descentralizada. Hasta el año 1945, más de 200.000 personas fueron asesinadas en cerca de 100 centros a través de la privación de alimentos o con veneno.
En esa época, la mayor parte del personal de las instituciones centrales de "eutanasia", en su mayoría masculino, fue trasladado a la gobernación general de Polonia, donde participó activamente de la creación y operatoria de los campos de exterminio de Belzec, Sobibor y Treblinka.
Tres de los seis "centros de eutanasia" provistos de cámaras de gas, entre ellos Bernburg, siguieron funcionando como centros de exterminio para prisioneros de campos de concentración, ejecutados por no ser aptos para los trabajos forzados o por razones raciales. Esos asesinatos se cometieron bajo el código "tratamiento especial 14 f 13". La selección era llevada a cabo por médicos de la "Operación T 4", quienes tras dictaminar sobre el destino de los pacientes de sanatorios e instituciones psiquiátricas, pasaron a seleccionar a los prisioneros en campos de concentración. Tan sólo en Bernburg murieron aprox. 5.000 prisioneros de los campos de Buchenwald, Gross-Rosen, Flossenbürg, Neuengamme, Ravensbrück y Sachsenhausen, en su mayoría hombres y mujeres judíos. En la primavera septentrional de 1943, se cerró definitivamente el centro de exterminio Bernburg. En la actualidad, las instalaciones técnicas que se conservaron constituyen el centro de un sitio conmemorativo.
Tanto los docentes como los alumnos deberían ser conscientes de que visitar un memorial requiere de una cuidadosa preparación y evaluación previas. El modelo que se desarrolla a continuación puede ser adaptado para los requerimientos de cada caso. Fue concebido para alumnos del nivel superior del secundario (11° a 13° año), pero también puede llegar a utilizarse para determinados cursos del 10° año escolar. Su finalidad es preparar la visita a Bernburg.
En la primera hora doble [ver documentos] los alumnos, que en su mayoría no suelen tener contacto con personas discapacitadas, analizan las normas sociales sobre los cuerpos "ideales", propagadas por las imágenes que aparecen en periódicos, revistas y material publicitario. A través de ese análisis toman conciencia de los siguientes contenidos:
En el próximo paso los alumnos, que siguen trabajando en grupo, comparan las imágenes contemporáneas con la publicidad y la propaganda del período nazi. De esta manera, analizan la forma en que el nazismo transmitía sus normativas y exigía rendimiento, como también la manera en que se construía la imagen del enemigo. Para ello, se analizan ilustraciones sobre los alemanes "saludables genéticamente" y los discapacitados físicos o mentales, que eran representados de la manera más desagradable y extraña posible. Sobre la base del ejemplo histórico, los alumnos reconocen la manipulación de la percepción y de la evaluación de las mayorías sociales con respecto a grupos marginales.
El objetivo de este bloque es que los alumnos trabajen autónomamente con fuentes y documentos originales [ver documentos]. La información histórica sobre la higiene racial hasta el año 1933 y sobre la esterilización compulsiva y la "eutanasia" bajo el régimen nazi puede ser elaborada y presentada por mismos alumnos, divididos en grupos y temas. Se busca lograr que los alumnos comprendan los siguientes tópicos:
Este segmento [ver documentos] incluye la visita del sitio conmemorativo de Bernburg o de otro memorial para las víctimas de la "eutanasia". En aquellos casos en los que no sea factible una visita de ese tipo, puede recurrirse a la reconstrucción de la "Operación T 4" a través de documentos y de bibliografía secundaria. Fragmentos de películas filmadas en el escenario original de Bernburg, como "Healing by Killing" (Israel, 1996), "Selling Murder" (Gran Bretaña, 1996) o "Una muerte bella y suave" (Alemania, 1994) permiten ilustrar el procedimiento que llevaba al asesinato.
En este contexto surgen los siguientes objetivos didácticos: