En el predio de la ex fábrica de fibras sintéticas Wittenberge existió una dependencia del campo de concentración Neuengamme. Los prisioneros eran obligados a trabajar en dicha fábrica. Alumnos de la escuela comprensiva Wittenberge investigaron ese capítulo de la historia local poco conocido en su propia ciudad. En ocasión del 700 aniversario de Wittenberge, celebrado en el año 2000, presentaron los resultados de su investigación en el Museo de la Ciudad.
En el marco de los preparativos para celebrar el 700 aniversario de su fundación, la ciudad de Wittenberge invitó a los alumnos del curso de Historia del 11° año de la escuela comprensiva Wittenberge a tomar a su cargo la investigación de un oscuro capítulo de la historia local: la dependencia del campo de concentración Neuengamme en Wittenberge. El proyecto escolar de dos años de duración fue apoyado por voluntarios con buen conocimiento de la historia local. Para diseñar la exposición que presenta los resultados de la investigación, se contó con el apoyo de una escenógrafa y de un docente universitario de la Universidad Libre de Berlín.
En un primer encuentro, celebrado en octubre de 1998, la ciudad presentó a los alumnos el proyecto auspiciado por la Oficina de Comunidades Extranjeras de Wittenberg y la Asociación de Museos de Wittenberge. También los alumnos ignoraban en su mayoría la existencia de una dependencia externa de un campo de concentración en el terreno de la ex fábrica, tanto más cuanto que dicha planta industrial había sido demolida por completo tras la reunificación de Alemania. En el marco del proyecto, los alumnos no sólo debían investigar la historia, sino también concebir formas de presentación adecuadas a los resultados de sus pesquisas. A pesar de su escepticismo inicial, pronto los alumnos mostraron una gran curiosidad y un notorio entusiasmo por participar en un emprendimiento de este tipo.
En sucesivos encuentros, los alumnos conocieron a nuestros voluntarios y formaron cuatro grupos de trabajo con diferentes focos temáticos:
Los equipos trabajaban por las tardes, después de clase. A fines de 1998 se evaluaron conjuntamente los primeros resultados; con la ayuda de los voluntarios, se diseñó una primera presentación. En el marco de una semana dedicada al proyecto, los alumnos investigaron durante dos días exhaustivamente el archivo de Neuengamme. Los empleados de dicho archivo habían seleccionado todos los materiales relevantes para nuestro proyecto y pusieron a nuestra disposición sendas copias para que pudiéramos seguir trabajando con esos documentos en la escuela.
En los documentos de la administración del cementerio local, el primer grupo pronto encontró indicios de una fosa común en Wittenberge. Es probable que sólo haya sido sepultada allí una pequeña parte de los prisioneros, dado que hay divergencias en torno a la cifra de muertos de los diferentes obituarios; también los relatos de los prisioneros sobrevivientes permiten conjeturar un número mayor de víctimas.
El segundo grupo se concentró en reconstruir en una maqueta las instalaciones de la dependencia externa del campo de concentración en el predio de la empresa. Este objetivo se vio dificultado por el hecho de que en dicho terreno prácticamente no quedaban edificios anteriores al año 1990, ya que tras la reunificación con Alemania Occidental se cerró la fábrica y se demolieron todas las instalaciones para crear espacio para nuevas plantas fabriles. Los alumnos sólo podían tomar como referencia algunos vestigios de los fundamentos que seguían en pie a fines de 1998. A través de ex empleados, obtuvimos un plano de la antigua fábrica. A pesar de que no aparecía oficialmente la dependencia externa del campo de concentración, los documentos revelaron que tras la guerra, la escuela de capacitación profesional ocupó el edificio que antiguamente albergaba a la guardia de la SS. Es probable que el laboratorio de la escuela ocupara lo que antiguamente fue una barraca del campo de concentración. Sin embargo, ambos edificios habían sido demolidos en los años sesenta en el marco de la construcción de una nueva sede para la escuela. También obtuvimos indicios sobre la estructura del campo a partir de los relatos y dibujos de los prisioneros que se encuentran en el archivo de Neuengamme. La maqueta desarrollada sobre la base de estas referencias, que esperamos coincida relativamente con la realidad, integra nuestra exposición.
Las investigaciones bibliográficas del tercer grupo no nos aportaron demasiadas referencias sobre los subcampos de Wittenberge, una temática que sólo ha sido tratada marginalmente por la bibliografía especializada [ver Bibliografía]. Tampoco las investigaciones en Internet arrojaron resultados para nuestro tema específico, por lo cual los integrantes de ese grupo se concentraron en buscar otros proyectos escolares sobre el nazismo y el Holocausto que finalmente fueron una fuente de sugerencias para nuestra propia labor. Además, este grupo mantuvo informado a sus compañeros sobre las indemnizaciones a los ex trabajadores forzados, un tema de actualidad en aquel momento. Las informaciones sobre las condiciones de vida en el campo de Wittenberg fueron obtenidas de los relatos evocativos de los ex prisioneros, cuyos recuerdos fueron resumidos en un texto [ver Documentos].
El memorial del campo de Neuengamme nos hizo llegar las direcciones de ex prisioneros; quisimos entrar en contacto con ellos, pero lamentablemente nuestras cartas no tuvieron respuesta. También nuestra intención de hablar con testigos de la época en Wittenberge terminó limitándose, a pesar de repetidas convocatorias a través de la prensa local y en los geriátricos de la zona [ver Documentos], a un encuentro con una señora mayor que durante la guerra había sido obligada a trabajar en la planta de procesamiento de celulosa. Durante nuestro encuentro, volvieron a su memoria recuerdos que durante mucho tiempo había reprimido. Para los alumnos, esa oportunidad de hablar con una testigo de los hechos pasados fue una experiencia de capital importancia ya que permitió transformar la historia en algo vivo y concreto.
Tras revisar todos los materiales disponibles, comenzó la segunda etapa del proyecto, que coincidió con el inicio del ciclo lectivo 1999/2000. Esta etapa giraba en torno al diseño de una presentación adecuada de los resultados. Del diálogo con el director del Museo de la Ciudad de Wittenberge surgió la idea de difundir públicamente este proyecto a través de una exposición (itinerante) en ocasión del 700 aniversario de la ciudad. Para obtener estímulos para su propia presentación, los alumnos visitaron la exposición del memorial de Sachsenhausen, de factura sumamente profesional Dirigidos por una escenógrafa, los alumnos trabajaron con gran autonomía y diseñaron los diferentes paneles informativos [ver Imágenes] dedicados a las distintas temáticas del proyecto. Dichos paneles fueron instalados de manera tal que se creó un espacio que el espectador puede recorrer, con cuatro caras internas y externas. El lado interno de los paneles está diseñado en tonos oscuros para simbolizar los padecimientos sufridos en el campo. Sobre ese fondo, se dispusieron la maqueta tridimensional del campo, el relato de un prisionero, el plano del campo y referencias a las condiciones de vida imperantes. Las caras externas presentan información más general y fueron diseñadas por los alumnos en tonos más claros. Además de brindar informaciones concisas sobre los trabajos forzados en Alemania y en Wittenberge, también se describe la producción de fibras sintéticas a partir de la celulosa de la paja, material que también se utilizaba como explosivo; asimismo se ilustra el desarrollo del proyecto. En el marco de la semana de festejos de la ciudad, el 18 de julio de 2000, se inauguró la exposición con la presencia de muchos invitados de honor; tanto este acto como la elogiosa repercusión en los medios de comunicación se transformaron en una experiencia inolvidable para los alumnos.
El trabajo en este proyecto ha demostrado que los alumnos trabajan con suma autonomía, creatividad e intensidad cuando están convencidos de la tarea. El trabajo durante los dos años dedicados al proyecto, que salvo las semanas previstas en el currículo se desarrolló por entero después de clase, también creó un espíritu de integración en el seno del curso. Fue una importante experiencia para los alumnos descubrir que juntos se logra más que solos, pero que el trabajo de investigación también puede conllevar fracasos. En el transcurso del trabajo en conjunto, se pudo observar con claridad cómo los alumnos iban desarrollando cada vez más su propio punto de vista sobre distintos contenidos y cómo defendían sus ideas con vehemencia, por ejemplo a la hora de discutir su presentación en la muestra.
En términos metodológicos, se probó la conveniencia de trabajar en equipo. Los grupos se integraron según la libre decisión de los participantes. En una etapa inicial, el trabajo de los distintos grupos fue guiado, con la ayuda de los voluntarios, en lo que se refiere a los contenidos y las metodologías. Esta guía era particularmente necesaria para el estudio autónomo y crítico de las fuentes históricas, un enfoque al que todavía no estaban habituados los alumnos del 11° año. Sin embargo, fue sumamente importante que elaboraran su propio proyecto en lugar de ejecutar las propuestas de los adultos. En el transcurso del proyecto, los alumnos fueron ganando autonomía en su área de trabajo, desarrollaron nuevas ideas y fueron modificando la composición de los grupos en relación con las necesidades que iban surgiendo. Sobre todo en la última etapa, se organizaron "encuentros de asesoramiento" que reunían a todos los grupos para integrar los aportes parciales de cada grupo en aras del proyecto general.
En lo que hace a los contenidos, gracias al análisis de la temática de los trabajos forzados desde la perspectiva de la historia local, la asignatura Historia se transformó para los alumnos en una experiencia concreta. Los relatos de los sobrevivientes [ver Documentos] generaron un clima de reflexión; impresionó particularmente descubrir que los prisioneros tenían su misma edad cuando sufrieron esos padecimientos. En los frecuentes debates, se discutió la actitud de la población alemana durante el Tercer Reich. En lo relativo a mi propia experiencia como docente, este proyecto determinó la necesidad de tomar en cuenta las reacciones de los alumnos con mayor sensibilidad y consideración.