¿Qué sucedió durante el nazismo en la pequeña ciudad bávara de Gersthofen? Alumnos del colegio secundario Paul-Klee-Gymnasium reúnen datos sobre la historia de la región y su localidad en torno a la temática de los trabajos forzados en Gersthofen, entre otros lugares en la ex fábrica "Transehe", subsidiaria de la empresa IG-Farben en Gersthofen, así como en otras fábricas de armas y en el campo de concentración Dora; también investigan el papel del científico Wernher von Braun en la producción del misil V-2 y analizan el destino de la familia Pröll, activa en la resistencia antinazi en la ciudad de Augsburgo. Sin embargo, en el curso de su investigación los alumnos se topan con obstáculos: hace falta recurrir a la justicia para poder acceder al archivo de la ciudad. Los alumnos presentan sus resultados en una exposición y un folleto, elaboran una presentación de Internet y reúnen colectas para un "fondo privado de reparación histórica" a favor de los trabajadores forzados confinados en su ciudad natal.
Todo había comenzado de manera relativamente inocente. Nuestro curso se había enterado de que nuestro profesor de Historia, el Dr. Bernhard Lehmann, había ganado un premio en el año lectivo 2000/2001 junto con el curso anterior por su proyecto de Internet sobre "Historia y sociología de la estación de Augsburgo 1840-2000". ¿Por qué no participar del proyecto que nos proponía? Naturalmetne, esperábamos tener menos clases convencionales, más diversión y autonomía e incluso llegar a ganar un premio.
En diciembre de 2000, nuestro profesor invitó a la señora Anna Pröll a visitar nuestro colegio. Ella habló de manera muy conmovedora sobre la resistencia contra el nazismo y sobre los padecimientos de su familia durante el régimen totalitario. Inmediatamente aceptamos la propuesta de elaborar una presentación para Internet sobre el destino de la familia Pröll.
En ese momento, no podíamos prever la complejidad de la temática. Nos enteramos de que Fritz Pröll, el cuñado de Anna Pröll, se había suicidado en el campo de concentración Dora para no tener que denunciar a otros prisioneros. En el campo Dora, se producían los célebres misiles V-2 bajo la dirección del profesor Wernher von Braun; la mano de obra eran trabajadores forzados que vivían en condiciones inhumanas. El combustible para dichos cohetes era elaborado en la fábrica "Transehe", una subsidiaria de IG Farben, con ayuda de prisioneros de guerra italianos que vegetaban bajo las peores condiciones en un campo en las afueras de Gersthofen.
Es decir que no teníamos un solo tema, sino cuatro:
Esta variedad temática significaba mayor trabajo, pero también mayor curiosidad. Y nos obsesionamos aun más con la temática cuando descubrimos que en Gersthofen había una calle Wernher-von-Braun, donde había funcionado un campo para trabajadores forzados durante la Segunda Guerra. Esa calle significaba una permanente provocación para Anna Pröll, cuyo cuñado Fritz había dejado su vida en el campo Dora. Habían sido en vano distintos intentos de la señora Pröll para lograr que se modificara el nombre de la calle.
Comenzamos a investigar en los registros parroquiales, en el archivo de la ciudad de Augsburgo, en archivos de empresas y en el Archivo Estatal de Augsburgo. Sin embargo, el registro más importante para cumplir con nuestro cometido y obtener datos precisos era el archivo municipal de Gersthofen, por lo cual el Dr. Lehmann presentó una solicitud ante el alcalde para acceder a dichos documentos. El alcalde opinó que los intereses de los ciudadanos ya fallecidos de Gersthofen tenían prioridad sobre los intereses científicos de alumnos menores de edad. Sostenía que se corría el riesgo de denunciar a ciudadanos de la localidad. Llegó a decir que quien hablaba de esclavitud también implicaba que había habido propietarios de esclavos, con lo cual no se garantizaba un tratamiento objetivo de la cuestión.
A partir de ese momento, la situación se volvió cada vez más complicada. El Dr.Lehmann no cedió, subrayó que los alumnos estaban en condiciones de tratar el tema con el debido cuidado, bajo su supervisión, y señaló que el concepto de esclavitud no se refería a los trabajos forzados en general sino al trabajo de los prisioneros de los campos de concentración de la región.
La prensa, la televisión y la radio comenzó a cubrir el tema, las posiciones se endurecieron. El alcalde hizo una pseudopropuesta consistente en permitir que el docente ingresara, pero no los alumnos; además, el profesor no podía publicar sus investigaciones o mantener en el anonimato los nombres. Cuando el Dr. Lehmann intentó averiguar en el cementerio local sobre el destino de las tumbas de trabajadores forzados, el alcalde prohibió que se le brindara información.
Fue demasiado para el profesor y para sus alumnos. Finalmente, se pretendía terminar con el proyecto en el curso del año escolar. En consecuencia, en mayo de 2001 presentaron un recurso ante la justicia, pidiendo acceso al archivo municipal de Gersthofen.
El 12 de junio de 2001 se dio a conocer el dictamen del tribunal administrativo de Augsburgo que dio lugar al recurso del profesor y sus alumnos. Finalmente, el equipo podía ingresar en el archivo.
Sin embargo, el tiempo apremiaba, por lo cual se pospuso a mediados de octubre la inauguración de la muestra. Sin embargo, había quedado claro que si los medios (como los canales televisivos ZDF, Bayerischer Rundfunk, la revista Stern, los periódicos Süddeutscher Zeitung, Bild-Zeitung y Die Welt) habían prestado atención a nuestro proyecto, no podíamos fracasar y que no alcanzaba con terminar el trabajo, sino que tenía que ser sobresaliente [ver Documento].
A los cuatro temas que nos habíamos planteado se le agregó una quinta temática, la de la relación de una ciudad con su propia historia. No todos en el pueblo nos querían brindar informaciones, muchos rechazaban categóricamente toda colaboración, hasta llegaron a acusar al Dr. Lehmann de "ensuciar el nido". El colmo fue una apología anónima: "¡Mátenlo a garrotazos lo antes posible!".
Sin embargo, no nos dejamos amedrentar. Nuestras investigaciones eran el resultado de una forma para nosotros desconocida de usar nuestro tiempo libre. Habíamos dejado de usar el horario de clase: investigábamos fuera de la escuela, por la tarde, en las vacaciones, estudiábamos documentos, los escaneábamos, investigábamos en Internet hasta que finalmente formulamos nuestros resultados y pensamos cómo exhibirlos en una exposición.
Nos sirvieron de aliciente toda una serie de cartas llegadas de toda Alemania, que nos alentaban y nos prometían apoyo económico. La Dra. Hamm-Brücher, ex secretaria de Estado, nos llamó personalmente y promovió que la Fundación Theodor Heuss nos girara una suma de 5000 marcos. Es que nos habíamos propuesto no sólo llevar adelante una investigación histórica, sino también hacer un aporte a la reconciliación, y queríamos invitar a ex trabajadores forzados a Gersthofen. A partir de las fuentes de los victimarios que logramos ver en los archivos, nos enteramos de la importancia de los trabajos forzados en la economía de guerra, de su clasificación y trato en consonancia con el delirio racial de los nazis. Nada logramos saber acerca de la indignación y desilusión de los trabajadores forzados, nada de su humillación y maltrato, del sometimiento y el terror, de sus miedos, su manera de elaborar el dolor y la injusticia, de su salud arruinada, del tiempo que les habían robado y de las perspectivas que habían perdido. Es por eso que queríamos establecer contacto con trabajadores forzados en Rusia, Ucrania, Polonia, Italia y Francia [ver Documento].
Nadie podría imaginarse cuánto esfuerzo logístico significó encontrar a ex trabajadores forzados de Ucrania que hubieran trabajado en Gersthof o en la región, conseguirles pasaportes, organizar su viaje a Alemania, atenderlos y darles alojamiento, prepararles un programa de actividades y darles una "reparación" por lo sucedido. Gracias a la gestión de un alumno, se logró invitar a un ex prisionero francés del campo de Dora para que viniera a la inauguración.
Nos dio particular orgullo que gracias a nuestras investigaciones, la Iglesia Católica indemnizó a la señora Antonia Pivovar con 5.000 marcos; otros invitados recibieron 2.000 marcos cada uno. La exposición histórica y la colecta de más de 52.000 marcos fueron nuestra manera de pedir perdón por la injusticia cometida en su contra.
En febrero de 2002, nuestro profesor llevó una parte del dinero reunido a Ucrania y visitó a los trabajadores forzados que no habían podido venir a Gersthofen por razones de salud u otras. Gracias a un concierto a beneficio, realizado en febrero de 2003, con la participación del artista Dieter Hildebrandt, que actuó gratuitamente para nuestra iniciativa, pudimos reunir más fondos. Luego el Dr. Lehmann viajó a Ucrania para visitar a ocho trabajadores forzados y apoyarlos financieramente.
En la primavera europea de 2002, nuestro profesor de Historia editó junto a tres expertos de nuestra clase un fascículo de 92 páginas. Lamentablemente, las empresas locales aportaron poco y nada, por lo cual tuvimos que mendigar otros 5.000 marcos. Sin embargo, el interés por comprar nuestra publicación demostró el enorme interés que hay por la temática. El dinero que obtengamos será destinado a crear una especie de fondo de reparaciones futuras a los trabajadores forzados, ya que no consideramos que haya terminado nuestro compromiso. En julio de 2002, el Dr. Lehmann logró enviar, a través de hijo de un ex trabajador forzado, otros € 3000 a otras víctimas ucranianas que sólo logramos ubicar después de la exposición y a los que todavía no habíamos "indemnizado".
También vamos a mostrar la exposición en otros lugares de Alemania, los memoriales de los campos Dora-Mittelbau y Dachau ya dieron señales de su interés.
El memorial del campo Dora-Mittelbau nominó a nuestra exposición para el premio "Kurt-Baumann" que distingue proyectos de investigación de los destinos sufridos en los campos de concentración.