En la unidad didáctica "Nacionalsocialismo - persecución y exterminio", los alumnos toman conocimiento del terrible destino de una familia gitana de origen sinti. Los adolescentes aprenden a reconocer diferentes formas de memoria y recuerdo. El memorial a los gitanos de origen sinti en Schorndorf es el punto de partida para el trabajo con recursos artísticos. Una consecuencia es el cuidado de tumbas de trabajadores forzosos.
En tiempos de creciente xenofobia, cobra particular importancia el tratamiento en clase de la ideología nacionalsocialista "racista-biológica" con sus terribles consecuencias. Las habituales manifestaciones de pesar por las "víctimas del régimen nazi" (tal las expresiones de muchos de los discursos) son superficiales en la medida en que no se pueda reflexionar sobre lo inconcebible en el plano concreto de los hechos. Por desgracia, en toda Alemania hay afectados directos por el terror fascista.
La perspectiva más personal que permite obtener la reconstrucción de un destino individual facilita una mayor comprensión y experiencia emocional y ayuda a superar el irracional "miedo al diferente" que subyace en la xenofobia.
El 15 de octubre de 1988, Albert Guttenberger y algunos de sus familiares fueron invitados al ayuntamiento de la ciudad de Schorndorf con motivo de una recepción con conocidos y amigos de dicha ciudad, representantes de los diferentes bloques del concejo municipal, así como una delegación del Consejo Central de los pueblos gitanos sinti y roma en Alemania. Albert Guttenberger y sus familiares son deudos de la familia Guttenberger, de origen sinti, que en su momento habitó la casa de la Römmelgasse 8 en Schorndorf. Era una familia respetada, pacífica y creyente de Schorndorf.
Los ideólogos de nazismo catalogaban a este tipo de personas de "mestizos gitanos" y las consideraban de condición inferior. La persecución sistemática comenzó en 1938, con estudios biológicos y raciales. Desde octubre de 1939, un decreto de fijación de domicilio firmado por Heinrich Himmler les impedía abandonar la ciudad.
Este decreto prohibía a los gitanos trasladarse de lugar sin permiso previo y tenía por objeto impedir su huida. A tal efecto todos los miembros de la etnia debían firmar la siguiente notificación:
"En el día de la fecha fui notificado/a de que no puedo abandonar mi domicilio o lugar de residencia si permiso previo, caso contrario seré trasladado/a a un campo de concentración por violación del inc. 1 del decreto emitido por la Oficina Central de Seguridad del Reich con fecha 17.10.1939."
La primera deportación de "gitanos" se concretó en 1940 y el genocidio sistemático de los gitanos alemanes comenzó con el decreto de Heinrich Himmler de diciembre de 1942.
Según los registros de transporte guardados en los archivos del departamento de policía de Schorndorf, la familia Guttenberger fue deportada de Schorndorf a Stuttgart en el 15 de marzo de 1943 [ver Documentos]. Su destino final era el campo de concentración de Auschwitz. Ese año, el padre, Anton Guttenberger, su esposa Johanna y sus hijos María, Berta, Elisabeth y Karl, fueron asesinados en Auschwitz. Su hijo restante, Johannes, murió en Buchenwald en 1944. Todos los bienes de Anton Guttenberger, es decir "11,69 RM (Reichsmark) junto con su billetera", así como la casa situada en la calle Römmelgasse fueron confiscados por la Dirección Impositiva de Schorndorf en mayo de 1943.
El alcalde de Schorndorf invitó a los sobrevivientes de la familia Guttenberger a una recepción con motivo de un acto de recordación en el que se hizo referencia a un pasado que hasta entonces Schorndorf se había negado a reconocer. Fueron exhibidos importantes documentos de la familia Guttenberger y del aparato represivo nazi.
En nombre de los supervivientes habló Albert Guttenberger [ver Documentos]. No fue fácil para la familia regresar a su ciudad natal, aunque fuera no más por unas horas.
Luego el "foro de la cultura" local llamó a un concurso para levantar un memorial. De un total de ocho proyectos se eligió la escultura en acero del artista plástico Reinhard Scherer. Con motivo de la inauguración de la obra, el escultor explicó su trabajo y expresó su punto de vista.
El ejemplo de trabajo escolar que a continuación se transcribe es transferible a otras clases. Para este trabajo es indispensable contar con la cooperación del archivo local. Se recomienda máxima discreción en el trato con personas directamente afectadas por los sucesos.
Las publicaciones periodísticas con fotos de la familia Guttenberger y párrafos de los discursos pronunciados fueron utilizadas en clase en un 10º año de una escuela secundaria de nivel intermedio [Realschule]. Los alumnos se enteraron así de que Auschwitz llegaba hasta Schorndorf. Un recorrido hacia la ex casa de la familia Guttenberger en la calle Römmelgasse permitió continuar buscando huellas. Los vecinos más antiguos recordaban todavía a "los Guttenberger" (Los jóvenes registraron la inseguridad, incluso confusión, con la que los vecinos pronunciaban el nombre de la "familia de gitanos").
Como respuesta a una carta redactada en clase y dirigida al archivo municipal, la clase recibió una copia del "certificado de transporte" de la familia Guttenberger y el nombre de los deportados.
Particularmente conmocionados se sintieron los alumnos por el hecho de que Maria Guttenberger hubiera sido sacada de clase y llevada a Auschwitz un día antes de tomar la confirmación: "¿por qué no acudieron en su defensa los maestros de la escuela?"
"El pastor tendría que haber sabido que María tomaba la confirmación al día siguiente." "¿Acaso eso dejaba indiferentes a los compañeros? ¿Sabían que María sería asesinada en el campo de concentración?"
Con gran interés la clase siguió las alternativas del concurso sobre el memorial. Los proyectos fueron presentados en la prensa local y se publicaron artículos alusivos. Tomando como base el texto explicativo y el modelo del escultor Reinhard Scherer, se discutió el problema de cómo "visualizar el luto" y dejar testimonio de la "admonición" mediante una representación visual.
Una parte de la clase rechazó la obra elegida, que por su forma bizarra y un tanto áspera resulta poco accesible. Los alumnos hubieran deseado una solución más armónica, "... donde se vea lo que quiere ser; quizás una persona que expresa su dolor o aflicción."
En clase, los alumnos se dedicaron posteriormente a desarrollar sus propios proyectos para el memorial. Podían elegir entre las más diversas formas de expresión: imagen, escultura o también texto.
Los anteproyectos fueron agrupados en forma de una pequeña exposición que dio lugar a un debate. Cabe señalar que las propuestas de los alumnos traducían una cierta tendencia a soluciones más bien tradicionales.
Desde la realización del concurso y a partir de los artículos publicados en la prensa local, el monumento levantado en memoria de la familia Guttenberger y como repudio a los crímenes nacionalsocialistas forma parte del currículo escolar. La unidad didáctica "Nacionalsocialismo - persecución y exterminio", no sólo aborda los procesos de aprendizaje en un nivel "global" sino que los traslada al "microentorno" de la historia local, permitiendo comprender que los efectos del régimen nazi basado en la injusticia sistemática llegaron al lugar de origen de los alumnos.
En 1993, los alumnos escribieron una carta a una de las mujeres sobrevivientes de la familia para pedirle un encuentro; querían hablar del pasado con una testigo de los hechos. Recibieron una respuesta negativa. El recuerdo de la injusticia sufrida significa una carga emocional demasiado grande como para que la esposa de uno de los asesinados quisiera o pudiera venir a la clase. Pero también esta negativa y la imposibilidad de poder hablar sobre los acontecimientos de aquella época, constituyeron un elemento de "aprendizaje" para los alumnos.
El currículo del 10º año prevé una visita de los alumnos al "cementerio viejo" donde se encuentra ubicado el memorial. Está situado frente al monumento "oficial" a los caídos en la guerra, cuya iconografía patética y pomposa fue valorada críticamente por los alumnos.
En las proximidades del monumento existen unas 20 tumbas de trabajadores forzosos soviéticos y polacos, que también son visitadas en el marco del recorrido. En clase se analiza la realidad histórica dentro de la que se encuadra la estadía forzosa de esos trabajadores en Schorndorf. En relación con un proyecto sobre la historia local, alumnos de la escuela cuidaron estas tumbas, las fotografiaron, reunieron los datos disponibles sobre las personas y las documentaron en una pequeña exposición en la escuela.