Desde 1990, la "Comunidad de trabajo del ex campo de concentración Flossenbürg" lleva a cabo investigaciones sobre el antiguo campo de concentración, sus dependencias externas y las marchas de la muerte de los prisioneros. El campo principal fue convertido en un espacio de formación y encuentro internacional que es visitado por jóvenes y adultos de los países aledaños. Según su lugar de origen, exploran la región a pie, en bicicleta o en ómnibus y participan de eventos informativos.
El proyecto "El campo de concentración Flossenbürg en su contexto regional" se basa en un concepto integral elaborado en 1990 por la "Comunidad de trabajo del ex campo de concentración Flossenbürg" [Arbeitsgemeinschaft ehemaliges KZ Flossenbürg e.V.] para desarrollar un trabajo regional sobre los memoriales en la parte oriental de Baviera, Sajonia y la República Checa.
El contexto regional se refiere no sólo a las unidades política actuales de la zona (los estados alemanes de Baviera y Sajonia, la provincia de Bohemia en la República Checa), sino también a la región histórica. En efecto, los nacionalsocialistas crearon allí un espacio económico integrado a través de una red de dependencias externas del campo de concentración Flossenbürg, en el que los prisioneros eran forzados a trabajar hasta la muerte [Ver Documentos].
Después de 1945, la memoria en torno a ese campo fue valorada y cultivada en forma muy diferente en la República Federal de Alemania (Baviera), la ex República Democrática Alemana (Sajonia) y en Checoslovaquia (Bohemia del Este). Hoy en día, Flossenbürg es concebido como un centro educativo internacional; en consecuencia, la memoria debe abarcar la historia completa. A partir de esto surge el compromiso de seguir desarrollando diversas formas de recordar y conmemorar en un modelo de cooperación y solidaridad que trascienda las fronteras nacionales.
El concepto se vio plasmado y se probó en una serie de proyectos individuales. Participaron cursos de escuelas de todos los tipos a partir del primer año del secundario, estudiantes universitarios, grupos de docentes (en parte de diversos países) en el marco de la formación docente, además de grupos de jóvenes y de sindicatos.
El proyecto es abierto y está orientado a los participantes, contemplando los intereses y el lugar de origen de cada grupo. Es por esto que ningún proyecto es idéntico a otro. Según sea la distancia entre el lugar de origen hasta el campo principal, se ofrece transporte a pie, en bicicleta o en ómnibus. Antes de la partida y a pedido, se envía a los participantes un paquete preparatorio en el que se informa sobre la ubicación de las dependencias externas del campo, las rutas de las marchas de la muerte o cuestiones relativas al campo de concentración Flossenbürg; además se presentan propuestas para realizar investigaciones por cuenta propia en la zona correspondiente. De esta forma los participantes ya llegan con ideas concretas o incluso resultados de investigaciones propias y, ante todo, con sus propias preguntas.
Como soporte de estas actividades, la "Comunidad de trabajo del ex campo de concentración Flossenbürg" pone a disposición de los participantes los siguientes medios con fines informativos:
- dos ciclos de diapositivas propias: "Redes económicas del campo de concentración Flossenbürg" e "Historia del campo de concentración Flossenbürg";
- paneles sobre distintos aspectos históricos y sobre cada una de las dependencias externas;
- registros fílmicos originales del Cuerpo de Señales del Tercer Ejército Norteamericano de abril/mayo de 1945/6;
- un vídeo profesional con entrevistas a testigos de la época y también registros visuales y sonoros de otras entrevistas con estos testigos en vídeo o audio;
- carpetas con fotografías.
La comunidad de trabajo todavía logra ubicar testigos de aquella época para llevar a cabo charlas. Cuando ya no podamos contar con esas personas, deberemos recurrir al material de vídeo y/o de audio que contiene entrevistas con de 150 testigos de la época; en algunos casos, son el resultado de todo un día de conversaciones. Cuanto mayor sea la distancia histórica, tanto más importante deviene encontrar puntos de partida que permitan a las nuevas generaciones encontrar su propia relación con los hechos históricos. Desde luego que esto no se logra a través de la ulterior reconstrucción de los "originales".
Junto a los testimonios autobiográficos también hay interpretaciones literarias y artísticas de los sobrevivientes. Estos perdurables "recuerdos" han sido reunidos en la exposición "Memoria", que consta de más de 70 ilustraciones y obras artísticas sobre el campo de concentración que los sobrevivientes crearon tras su liberación [ver Documentos]. Desde el año 1995, han sido presentados en diferentes países.
Dicha exposición constituye una pieza fundamental de nuestra propuesta conceptual "recordar - conmemorar". En el marco de su exhibición en Polonia, se elaboró material didáctico complementario. Tanto en la inauguración como en las visitas guiadas (que en Varsovia fueron diarias), los últimos sobrevivientes de Flossenbürg y los antiguos prisioneros pintores transmitieron su experiencia sobre todo a los jóvenes, abriendo un camino hacia una verdadera comprensión de lo que fue el fascismo.
Explorar la región y buscar huellas históricas permiten que sobre todo la gente joven tenga un acceso autónomo a la historia cotidiana de su entorno personal; de esta manera se crean las condiciones emocionales y cognitivas necesarias para encarar la "gran" historia del fascismo. A través del aprendizaje participativo se generan formas creativas del recuerdo y la conmemoración.
Para transmitir una impresión de la forma en que se desarrollan las visitas y la búsqueda de huellas en la región, a modo de ejemplo se presenta a continuación uno de los cinco tipos de actividades ofrecidas:
"En busca de huellas de las marchas de la muerte en el este de Baviera"
Viaje conmemorativo en bicicleta desde el 27 al 30 de julio de 1993
En la segunda quincena de abril de 1945, ante el avance de las fuerzas de liberación norteamericanas sobre Nuremberg, la SS comenzó a evacuar los prisioneros del campo de concentración de Flossenbürg hacia distintas rutas. La meta era la ominosa "fortaleza de los Alpes" y el campo de concentración de Dachau, donde se había iniciado esta maquinaria de aniquilación. En el campo superpoblado se hacinaban más de 15.000 prisioneros de toda Europa; varias decenas de miles -incluyendo mujeres- se concentraban en los numerosos comandos exteriores como Ratisbona, Saal, Hersbruck o Litomerice. El precepto de la SS era que ningún esclavo de campos de concentración cayera en manos de los Aliados. Por eso, quienes habían sido signados por la muerte eran trasladados a través del Alto Palatinado. En el transcurso de estas marchas de la muerte, miles de personas perdieron la vida: perecían por el hambre, por las insoportables vejaciones, porque eran asesinados poco antes de su supuesta libertad. La gente de los alrededores fue testigo de estos asesinatos en masa en sus propios pueblos, hasta que las tropas norteamericanas pudieron liberar al menos a una parte de los condenados a muerte. ¿Qué soportaron los prisioneros? ¿Qué vieron hombres y mujeres del Alto Palatinado? ¿Qué recuerdan, qué han olvidado? ¿Qué remite a las marchas de la muerte y a los miles de muertos? ¿Qué queda de las tumbas de la posguerra?
Primera jornada:
las tumbas del campos de concentración
Parte A.
Los participantes se reúnen en el "cementerio y memorial Flossenbürg", a donde han sido invitados políticos de la región. Ante las tumbas anónimas se plantean preguntas en torno a las víctimas, como por ejemplo, desde dónde fueron trasladados al cementerio "central", qué objetivo tendría la centralización del memorial, etc.
Parte B.
En bicicleta, sobre la huella de las marchas de la muerte desde Flossenbürg hasta Winklarn. Buscamos huellas de tumbas abiertas de campos de concentración y de las lápidas en Pleystein (35 muertos), Lohma (6), Moosbach-Gröbenstädt (30), Tröbes (80), Muschenried (309), Pullenried (86) y Winklarn (67).
Otros grupos -de dos a cinco integrantes- compilan informaciones, hipótesis, conocimientos y opiniones en un cementerio y en la zona. Al anochecer comparan sus resultados y las conservan para un posterior "libro de memorias".
Segunda jornada:
¿Cómo se veían las lápidas? ¿Qué inscripciones tenían para mantener viva la memoria? ¿Qué vemos hoy?
La mitad del grupo visita antiguos sitios conmemorativos en Winklarn, Muschenried y Rötz para documentarlos, decorarlos y, si fuera necesario, cuidarlos. Los aspectos relativos al mantenimiento y también a la función de estos sitios son materia de un debate con la población y los representantes de la comunidad. La otra mitad del grupo se traslada a Neunburg vom Wald, en donde ya se lleva a cabo una exposición que recuerda a los vecinos los hechos de abril de 1945. Paralelamente se reúne material complementario a través de entrevistas, conversaciones e investigaciones. Al anochecer, en la inauguración de la exposición, se lleva a cabo una mesa redonda en torno al tema: "¿Cómo encarar el recuerdo de las marchas de la muerte?".
Tercera jornada:
¿Cómo vive el recuerdo? Partiendo de Neunburg v.W., nuestras estaciones son las localidades de Wetterfeld y Rettenbach. Registramos los memoriales conservados, intentamos reconstruir su historia y su significado para la población actual. ¿Están lo suficientemente bien señalizados como para encontrarlos? Al anochecer queremos discutir nuestros descubrimientos con jóvenes norteamericanos y checos; también tratamos de encontrar interlocutores de las comunidades vecinas.
Cuarta jornada:
Un comando externo en Ratisbona - y ningún rastro ni memorial.
En este día los participantes cubren el trecho final hasta Ratisbona, para reunirse con otros interesados en el antiguo campos de concentración- comando externo "Colosseum". La actividad de cierre en el Centro Evangélico de Formación [Evangelisches Bildungswerk] apunta a reunir a los participantes con políticos con quienes discuten sobre sus experiencias: ¿Qué impresiones me quedan? - Contra el olvido y la represión. Por un memorial digno.
También se llevan a cabo exploraciones similares en ómnibus desde el lugar de origen de los alumnos participantes y de los jóvenes; ocasionalmente, algunas etapas del itinerario se cubren a pie. Un grupo de docentes ha desarrollado adaptaciones propias del trabajo y también toma parte de los viajes hacia los memoriales. En general, la prensa brinda abundante información sobre cada etapa y relata sobre los encuentros con quienes fueron prisioneros en los campos de concentración y con los habitantes de las zonas en donde las marchas de la muerte dejaron sus huellas de sangre.