Alumnos entre nueve y doce años de edad de la escuela primaria Heinrich Zille en Berlín desarrollaron junto con un docente un proyecto sobre Wilhelm Lehmann, asesinado en 1943 en la cárcel de Plötzensee. Decidieron donar una placa en memoria de la víctima. A partir de este proyecto se desarrollaron toda una serie de actividades relacionadas con la historia antifascista del distrito Kreuzberg en Berlín. Un vídeo documental resume esta historia.
Berlín-Kreuzburg - mayo de 1989. Los alumnos de un 3° año escolar ubicaron una sencilla pancarta de cartón delante del centro cultural Bethanien. Muy cerca de allí, en octubre de 1942, Wihelm Lehmann, de setenta años de edad, había escrito una frase en contra de Hitler y la guerra en la pared de un baño público. Alguien lo vio y lo delató. El 1º de mayo de 1943 fue asesinado en Plötzensee "en nombre del pueblo".
En 1989 niños alemanes, polacos, turcos y curdos rindieron tributo a ese acontecimiento, inconcebible para ellos. En tres hojas que pegaron sobre pancartas de fabricación casera relataron en frases e imágenes muy sencillas la vida de Wilhelm Lehmann [ver Documentos]. En un volante, también diseñado por ellos, fundamentaron por qué deseaban rendir ese tributo; repartieron el volante a los transeúntes y entablaron diálogo con la gente. Su accionar se basó en la indignación que sintieron por el asesinato de un hombre que vivía en su mismo barrio: un hombre mayor, similar a los hombres mayores con los que se cruzaban a diario. Se sumaban sus propias experiencias y las que les transmitieron sus padres cuando los incidentes que se produjeron en Kreuzberg en 1989, en particular la creciente xenofobia y el surgimiento de agrupaciones neonazis en ese momento.
El proyecto no habría sido posible si los niños no hubieron podido interrelacionar ambas instancias de compromiso: ésas son las premisas emocionales de este proyecto.
"Un asunto serio" tituló el diario "tageszeitung" (taz) de circulación nacional un artículo sobre la acción de los chicos delante del centro cultural Bethanien (Al ser informado de la manifestación con las pancartas, el diario "taz" había enviado a una reportera.)
A partir de ese momento, los acontecimientos cobraron una dinámica propia que ya no era gobernable en el sentido de una preparación tradicional de las clases. Una lectora del diario " taz" nos escribió una carta como reacción al artículo publicado. Los niños la invitaron a la escuela. A través de ella se enteraron de que en la década de los sesenta, el juez Rehse que había condenado a muerte a Wilhelm Lehmann fue absuelto de culpa y cargo. Se sintieron indignados y decidieron escribir, ellos a su vez, una carta de lectores a " taz", que también fue publicada.
A la curiosidad por el pasado y las ganas de investigar y elaborar juntos el material, se fueron sumando cada vez más la alegría y el orgullo por el efecto que había tenido su manifestación pública. Sus emociones se entremezclaron con un "pensamiento proactivo" como condición para un trabajo continuo que duró todo el tiempo que cursaron la escuela primaria. Se trata, pues, de una experiencia irrepetible. No resulta posible planificar este tipo de clases en el sentido tradicional porque guardan relación con las condiciones emocionales y situacionales propios de cada curso.
Mientras tanto había tomado estado público que el barrio de Kreuzberg colocaría una placa recordatoria oficial en memoria de Wilhelm Lehmann. Entre los oradores del acto de inauguración figuraban los propios niños; sortearon el desafío con éxito. Los alumnos comenzaron a desarrollar iniciativas que apenas un año atrás habrían sido inimaginables. En una carta informaron al diario "Berliner Abendschau" acerca de la inauguración de la placa, se ubicaron con mucha seguridad y soltura al lado de los políticos profesionales, visiblemente complacidos con el éxito obtenido.
A partir de ahí se constituyó un grupo de trabajo en el que los alumnos investigaron historia(s)antifascista(s) en Kreuzberg, orientándose en su trabajo por la metodología de historia oral.
Tres años después de haber confeccionado las pancartas en memoria de Wilhelm Lehmann, los alumnos fueron recibidos en audiencia por el intendente de distrito. Durante la misma le solicitaron la colocación de un monolito en la Puerta de Cottbus en memoria del sindicalista turco Celalettin Kesim, asesinado en 1980 por un grupo del entorno de los "Lobos Grises", una organización turca de extrema derecha. El monolito fue diseñado junto con el artista turco Hanefi Yeter, residente en Berlín, y los niños. Atento a la realidad social de Kreuzberg, el tributo al antifascismo obviamente también incluye el recuerdo de un sindicalista turco.
El cartón de las pancartas se había transformado en algo duradero como la piedra. Eso fue lo que sucedió con el monolito, que es visible. Pero también es así, a mi entender, para lo que es menos visible: la actitud de los niños
Dos años después de la inauguración del monolito en memoria de Celalettin Kesim volvimos a reunirnos todos una vez más. En esta oportunidad los encuentros tuvieron lugar por la tarde y eran absolutamente voluntarios, dado que los alumnos ya cursaban diferentes escuelas secundarias. Produjimos un vídeo sobre la historia del monolito. Una vez más visitamos a Hanefi Yeter, hablamos con el hermano de Celalettin y visitamos al edil a cargo de los temas educativos.
El informe que hicieron los chicos sobre este proyecto compitió por el "Premio del Presidente Federal" en Historia Alemana y fue premiado por la Fundación Körber.