Desde 1998, jóvenes desocupados que se capacitan para ser "empleados especializados en servicios informativos y mediáticos", investigan la historia judía de su zona y de las ciudades checas vecinas. Además de trabajar en archivos y entrevistar testigos de la época, mantienen y documentan los cementerios judíos de Sajonia y norte de Bohemia.
Estar desocupados y depender de los subsidios sociales, a pesar de contar con una buena formación escolar y profesional: para muchos jóvenes en la región de Freiberg, en la frontera checo-alemana, el desempleo es una amarga situación cotidiana. La sensación de no tener oportunidades lleva en ocasiones a perder los valores sociales. La intolerancia, la xenofobia, el racismo y el antisemitismo pueden ser la consecuencia.
Esa situación es la que busca enfrentar la CJD, Obra Cristiana para la Juventud de Alemania. Fue así como en 1998 surgió el proyecto "Shalom Sajonia-Bohemia", único en Alemania, organizado por la Oficina Freiberg de la CJD Chemnitz. La propuesta combina la capacitación profesional con la elaboración de la historia judía. A través de la confrontación con la historia alemana, se busca sensibilizar a los jóvenes en pro del antirracismo y en contra del antisemitismo. El proyecto se realizó en estrecha colaboración con las comunidades judías de Dresde y Chemnitz, con la asociación "HATiKVA" en Dresde y con instituciones checas como la Iniciativa de Theresienstadt y las comunidades judías del norte de Bohemia y Praga. El proyecto fue dirigido por una asistente social y un teólogo.
La tarea asignada a los 15 desempleados de 18 a 28 años consistió en investigar los aportes culturales y la persecución de la población judía de su región de origen; luego debían documentar y presentar sus resultados. Al mismo tiempo se les brindaba la oportunidad de conocer nuevos campos profesionales y se les transmitían conocimientos necesarios para reinsertarse en la vida laboral. El programa de entrenamiento, de dos años de duración, contó con un subsidio del programa europeo INTERREG II y el Departamento de Freiberg. Con un diseño modular, los participantes se interiorizaban en los nuevos servicios informativos y mediáticos y asistían a prácticas profesionales de seis semanas de duración.
1. El registro de las tumbas judías en el Nuevo Cementerio Judío de Dresde y su ingreso en un banco de datos.
Se trata de la primera documentación que registra el significado y la simbología de los cementerios judíos en Sajonia y el norte de Bohemia, su historia y estado de conservación. El trabajo fue comisionado por la comunidad judía de Dresde.
2. La elaboración de una exposición itinerante sobre los cementerios judíos en Sajonia y norte de Bohemia,
que se presentó en la sede gubernamental de Chemnitz, en la iglesia Peterskirche de Leipzig, en Dresde y en Freiberg.
3. Investigaciones para preparar el libro "Estábamos destinados a la muerte - Lodz - Theresienstadt - Auschwitz - Freiberg - Oederan - Mauthausen" sobre la historia del subcampo de Freiberg, dependiente del campo de concentración de Flossenbürg.
En la fábrica de armamentos "Freia GmbH" [ver foto], mil judías checas, eslovacas y polacas debieron realizar trabajos forzados para la industria bélica nazi [ver Documento]. Habían sido deportadas de los ghettos de Lodz y Theresienstadt a Auschwitz, donde las seleccionaron para los trabajos forzosos. En una pequeña exposición, los jóvenes presentaron públicamente los resultados de su investigación sobre "trabajos forzados en Freiberg y Oederan", un tema silenciado durante años. [ver Foto].
4. Invitación de ex trabajadoras forzadas a Freiberg:
Este fue el capítulo más importante y a la vez más difícil del proyecto; y surgió de las investigaciones sobre los campos de trabajos forzados en Freiberg y Oederan. Los jóvenes investigaron las direcciones de las sobrevivientes de esos campos, que hoy en día viven en los Estados Unidos, Polonia, Israel, Alemania e incluso en Australia, las contactaron por escrito y terminaron invitando a 33 sobrevivientes de Israel, Polonia y Alemania a Freiberg. La intención era cumplir con una asignatura pendiente: dar una señal pública de la memoria y de la responsabilidad por el futuro. La realización de este proyecto no habría sido posible sin el generoso apoyo de donantes, comunidades religiosas, el Estado de Sajonia, el Departamento de Freiberg, las ciudades de Freiberg y Oederan, así como de los concejales de todos los partidos democráticos; así se lograron reunir varios miles de marcos. El encuentro personal con las sobrevivientes que habían llegado a Freiberg desde Lodz, Theresienstadt y Auschwitz, fue una experiencia conmovedora para los jóvenes y tuvo mucha repercusión en los medios. Para difundir los recuerdos de las ex trabajadoras forzadas sobre el Holocausto, sus relatos fueron recopilados y publicados en el libro "Estábamos destinados a la muerte: Lodz - Theresienstadt - Auschwitz - Freiberg - Oederan - Mauthausen", una historia de las dependencias externas del campo de Flossenbürg en Freiberg y Oederan [ver Documentos].
La fase piloto del proyecto "Shalom Sajonia-Bohemia", que concluyó en marzo de 2000, fue sumamente exitosa. Por un lado, gracias al proyecto de la CJD, la ciudad de Freiberg se acercó al capítulo nazi de su historia con mucha mayor profundidad que otras ciudades alemanas. Por el otro, muchos de los participantes terminaron el entrenamiento como "asistentes en preservación de monumentos" o "técnicos administrativos" y lograron insertarse en la vida profesional: dos tercios encontraron un trabajo durante o poco después del curso. El proyecto también logró reconocimiento político: el Ministerio federal de la familia, la tercera edad, la juventud y las mujeres lo premió en el concurso "Aprender para la vida y el trabajo - nuevos modelos prácticos para la integración social y profesional de los jóvenes".
Una vez concluida la primera etapa, el 1° de diciembre de 2001 se comenzó con la segunda fase que lleva por título "Shalom: ocupación y calificación para jóvenes desempleados". Diez adultos jóvenes continúan con la investigación sobre la historia judía en la región de Freiberg - Dresde. Esta fase, que concluye el 30 de noviembre de 2004, es apoyada con recursos de XENOS, el programa antirracismo del gobierno federal, y por la Agencia Federal de Empleo. A lo largo de tres años, los jóvenes son formados como futuros "empleados especializados en servicios informativos y mediáticos".
1. Completar la documentación de las 3000 tumbas del Nuevo Cementerio Israelita de Dresde, uno de los más grandes de Sajonia.
Muchas tumbas fueron destruidas durante los bombardeos del 13 de febrero de 1945, la sala de ceremonias se incendió y se perdieron los registros. El objetivo es registrar en imágenes las lápidas y transcribir sus inscripciones, traducir los textos hebreos e investigar las biografías de las personas enterradas en ese lugar. Además, se busca investigar y reconstruir la historia del cementerio analizando material de archivo. Los resultados se presentarán en una base de datos, en un libro y en Internet.
2. La publicación de una guía virtual de la ciudad, denominada "Huellas de la historia judía en Freiberg".
Este trabajo ya fue preparado por los participantes del proyecto anterior, "Shalom Sajonia-Bohemia". Los jóvenes están elaborando un CD-Rom que será puesto a disposición de la ciudad para informar a sus habitantes y a los turistas [ver Documento].
3. La conservación del cementerio judío en Teplice-Sobedruhy: durante la investigación de los cementerios judíos en el norte de Bohemia, un grupo del proyecto piloto descubrió un cementerio judío muy antiguo y casi olvidado en Teplice-Sobedruhy (Teplitz-Soborten).
Se halla en un estado más que deplorable, cubierto de maleza y basura. Sus orígenes probablemente se remonten al medioevo, dado que se descubrió que hasta que se creó el cementerio judío de Dresde en 1751, se lo utilizaba para enterrar a los judíos fallecidos en Sajonia. El plan prevé no sólo documentar el cementerio, sino volver a ponerlo en condiciones dignas. La comunidad judía de Teplice apoya el proyecto pero no cuenta con recursos ni personales ni económicos. Entretanto hay perspectivas para conseguir apoyo de la comunidad judía de Praga.