Entre 1992 y 1997, jóvenes de distintas edades y nacionalidades llevaron a cabo una tarea de recuperación de áreas funcionales del ex campo de concentración Bergen-Belsen en el marco de proyectos internacionales y escolares. Estos "testimonios de piedra" pueden ser observados por los visitantes del centro conmemorativo. Una exposición y un libro informan sobre los resultados de las excavaciones.
DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO
En vistas de la creciente xenofobia y la violencia de extrema derecha en Alemania (sobre todo a principios de los años noventa en el contexto de las grandes transformaciones mundiales), las asociaciones que trabajan con jóvenes de Baja Sajonia comenzaron a buscar nuevas formas de motivar a los adolescentes para confrontarse con el nazismo. El proyecto "buscar y preservar las huellas" no es de índole exclusivamente histórica, sino que forma parte de un nuevo acercamiento al trabajo con los jóvenes. Este enfoque se centra en la personalidad de cada joven e intenta acercarlo al pasado y a la época del nazismo, reflexionando sobre esa época y sus protagonistas (tanto víctimas como victimarios) además de preguntar por las consecuencias para el presente y el futuro.
El enfoque que busca un doble acceso a la historia desde lo cognitivo pero también desde lo emocional se transformó en el punto de partida del proyecto "buscar y preservar huellas históricas". El objetivo concreto era recuperar y mantener sectores del ex campo de concentración de Bergen-Belsen como lugares de memoria y admonición. Este tipo de trabajo no se limita a lo cognitivo sino que se caracteriza por combinar una multiplicidad de metodologías: la actividad física a la hora de limpiar y despejar las ruinas, el análisis de los testimonios de testigos de la época, la investigación en archivos, el diálogo con sobrevivientes del campo, el intercambio sobre las experiencias y los aprendizajes en el seno del grupo y con otros jóvenes de la escuela, de la asociación juvenil y de otros países y culturas.
Este enfoque se hizo realidad a través de más de 40 emprendimientos con clases escolares, grupos de jóvenes de las asociaciones juveniles, participantes de semanas dedicadas a proyectos y campamentos de trabajo. Más de 1.000 jóvenes originarios de 10 países participaron en estas actividades. Los participantes provenían de los estados federados de Baja Sajonia, Bremen, Hamburgo, Schleswig-Holstein, Renania del Norte-Westfalia y Sajonia-Anhalt como también de los Estados Unidos, Australia, Japón, Costa Rica, Israel, Bielorrusia, Polonia, Eslovaquia y los Países Bajos.
Los jóvenes recuperaron seis "testimonios de piedra": el depósito de agua del campo principal de mujeres, el depósito de agua de la cocina B, los fundamentos de las barracas 9 y 10, además de la estación de despioje y una parte de lo que fue la calle principal del campo; gracias a este trabajo, estos "testimonios" se han vuelto accesibles para los visitantes del centro conmemorativo.
Cursos de formación profesional se ocuparon de tomar las medidas del predio y cartografiarlo. Se amplió el circuito guiado y se integró el terreno circundante al centro conmemorativo que, además, fue declarado patrimonio histórico. Actualmente, los visitantes del memorial y sobre todo las clases escolares suelen acercarse a los "testimonios de piedra" después del recorrido central que abarca las tumbas colectivas.
Durante las semanas dedicadas a este proyecto y los campamentos de trabajo, los grupos de recuperación edilicia y los centrados en los archivos trabajaron codo a codo. A menudo, sólo las entrevistas con los testigos de la época permitían reconstruir cómo habían sido el interior y el exterior de un edificio. Los objetos hallados fueron limpiados y documentados.
A su vez, el trabajo realizado durante el campamento era registrado en periódicos o exposiciones a cargo del grupo de documentación. También se recogían las impresiones de los participantes en un diario del proyecto. Tanto esos textos como los permanentes diálogos y debates reflejaban las emociones de los participantes. Dan cuenta de la consternación, del desconsuelo y la perplejidad ante la confrontación con las miles de muertes acaecidas en Bergen-Belsen. A la vez, también permiten ver que los jóvenes están dispuestos a aprender de la historia y a comprometerse por un futuro más promisorio signado por la tolerancia y el respeto por la dignidad humana. De esta manera, los encuentros de jóvenes y la confrontación con la historia han dejado huellas en los participantes.
Uno de los puntos culminantes de esta labor consiste en la conmemoración anual del aniversario de la liberación del campo de Bergen-Belsen el 15 de abril de 1945. Desde el año 1995, es decir desde su 50° aniversario, la fecha se conmemora con una celebración que lleva la impronta de los jóvenes que participan en los campamentos de trabajo internacionales organizados por la comunidad de trabajo \"Bergen-Belsen\" del Círculo Regional de la Juventud de Baja Sajonia. En 1995 el acto central estuvo dedicado a la lectura de los nombres de las víctimas; en 1996 una joven cantante israelí entonó emotivos cantos fúnebres; en 1997 se puso en escena la obra "Del número al nombre"; en 1998 se organizó una ceremonia conmemorativa germano-israelí. En todos los casos, fueron los jóvenes quienes sugirieron el programa. Esta forma de memoria activa "desde las bases" tiene una gran convocatoria y transformó el trabajo en el memorial de Bergen-Belsen de manera permanente.
Esta labor no habría sido posible sin el notable compromiso de los hombres y mujeres que integran la comunidad de trabajo \"Bergen-Belsen\" de la Federación Juvenil de Baja Sajonia. A lo largo de más de 70 encuentros realizados desde el año 1992, los colaboradores rentados y voluntarios de las asociaciones que integran dicha Federación han desarrollado el proyecto y coordinado los trabajos. Participaron con sendos programas las siguientes organizaciones:
- Federación de la Juventud Católica de Alemania,
- Asociación Cristiana de Jóvenes Alemanes, filial de Hannover,
- Confederación Alemana de Sindicatos, departamento Juventud
- Trabajo evangélico en la formación profesional, parroquia para jóvenes de Hannover,
- Juventud Evangélica de Oldenburg,
- Universidad Popular de Hustedt,
- Rama juvenil del Sindicato Alemán de Empleados, Baja Sajonia y Bremen,
- Asociación de Estudiantes Católicos, Hannover
- Círculo Regional de la Juventud de Baja Sajonia,
- Asociación de Exploradores Cristianos.
A través de este proyecto, no sólo se ha logrado instalar el trabajo pedagógico en los centros conmemorativos y sentar una clara señal en materia de políticas para la juventud, sino también llevar a la práctica aquella consigna tantas veces repetida acerca de la necesidad de integrar las diferentes asociaciones juveniles en un proyecto concreto. Esta integración abarcó tanto a las distintas asociaciones como al trabajo conjunto entre los colaboradores rentados y los voluntarios, además de la cooperación entre las asociaciones juveniles y las escuelas. Finalmente, también surgieron contactos internacionales que se han profundizado con el correr del tiempo. La entrega de los testimonios recuperados a sus padrinos, que quedan a cargo del mantenimiento, la inauguración de la exposición "Buscar y preservar las huellas históricas en Bergen-Belsen" y la publicación del libro homónimo marcan el exitoso final de este proyecto, concluido en junio de 1997. Sin embargo, continúa el trabajo de las asociaciones juveniles. Con distintas temáticas, los proyectos futuros con campamentos internacionales, clases escolares y grupos juveniles seguirán buscando la recuperación de la historia y la memoria activa.