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"Que todo fuera tan real... "

Detalles Lugar/Estado: Berlín   ESCUELA: Leonardo-da-Vinci-Gymnasium   DOCENTE: Heidemarie Sow Edad: 16 de 8 años en adelante País/Países: Polonia, Germany Asignatura: Historia   Actividades Aprender a través de la investigación en memoriales   Diálogo intercultural   Diseñar una exposición   Reconstruir biografías   Trabajo de archivo   Temas "Mentira de Auschwitz"   Antisemitismo   Campos de concentración   Contra la violencia y el racismo de hoy   Extremismo de derecha   Majdanek   Obituarios

Desde 1989 alumnos de Berlín visitan regularmente el ex campo de concentración Majdanek en Polonia. Trabajan en el archivo del sitio conmemorativo en documentos originales e investigan el destino de presos alemanes a partir de los registros de los fallecimientos. También consideran el papel de los autores de los crímenes. Sus resultados fueron volcados en una exposición itinerante que hasta la fecha fue presentada en Polonia, Japón y Noruega.

Introducción

El proyecto Majdanek fue creado en 1989 a instancia mía y de una colega. El motivo fue la conducta extremista demostrada por algunos alumnos del Leonardo-da-Vinci-Gymnasium, una escuela secundaria del barrio de Neukölln en Berlín. Así por ejemplo un alumno durante una excursión se negó a entrar en la casa de Ana Frank en Amsterdam y otro dijo que su "orgullo alemán" le prohibía visitar el memorial de Bergen-Belsen. Simultáneamente, en las elecciones parlamentarias de Berlín de 1990 se evidenció un claro avance de la ultraderecha: el 20% de los votantes en el radio de la escuela ubicada en el tradicional distrito obrero de Neukölln, votaron por el partido de los "Republicanos".

Los docentes de nuestra escuela consideraron que era imperioso contrarrestar activamente estas corrientes ultraderechistas.

Comenzamos nuestro proyecto con un pequeño grupo de estudiantes con los que luego nos abocamos a la tarea de buscar huellas del ex campo de concentración Majdanek. Después de este viaje, la vida en la escuela cambió a partir de las impresiones que dejaba ese sitio del terror nazi. Tanto los alumnos como los docentes reaccionaron con mayor sensibilidad ante manifestaciones de xenofobia, pintarrajeadas en las paredes y consignas ultraderechistas de sus compañeros. En la vida cotidiana de la escuela, los estudiantes que habían estado en Majdanek se convirtieron en comunicadores capaces de refutar a los representantes de la llamada mentira de Auschwitz. Se hicieron más frecuentes las discusiones en las clases cuando se ponía en duda el genocidio cometido contra los judíos. Lo que inicialmente fue concebido como un viaje de estudios derivó en un ambicioso proyecto de investigación. Los archivos permitieron obtener numerosos nuevos conocimientos que dieron lugar a una exposición que hoy trasciende la región de Berlín.

El primer encuentro con Majdanek

En 1989 organicé con alumnos de los años superiores (10ª año en adelante) un viaje al ex campo de concentración de Majdanek, ubicado en las afueras de la ciudad de Lublin, situada en Polonia oriental. El objetivo de esta visita a un ex campo de concentración era refutar en forma incontestable la "mentira de Auschwitz". Para este viaje hacia el sitio conmemorativo elegí el ex campo de concentración Majdanek, porque está situado en el este de Polonia y todavía pueden apreciarse en el campo importantes edificaciones históricas en su estado original. Quería que nuestros estudiantes vieran con sus propios ojos la maquinaria de exterminio, conservada íntegramente, y buscaran informaciones sobre la estructura del campo y la vida de los presos.

En total se anotaron para el viaje 10 alumnas y 2 alumnos; el grupo se integraba de diferentes clases y todos viajaban por primera vez a Polonia en busca de huellas del pasado.

Esta primera visita al campo de concentración de Majdanek causó profunda impresión. Los jóvenes se sintieron horrorizados por las dimensiones del predio. Además los sorprendió, que estuviera prácticamente a la vista de todos los que pasaran por Lublin.

En los siguientes siete días comenzaron a investigar en el archivo y en la biblioteca del sitio conmemorativo las diferentes funciones del campo de concentración: trabajo forzoso, instituto penal y lugar de exterminio. Además visitaron las cámaras de gas, las barracas de los prisioneros, el crematorio con sus cinco hornos, las fosas de ejecución y el memorial con su montaña de cenizas humanas. Ellos mismos decidían cuánto podían soportar. En el grupo se desarrolló un fuerte sentimiento de compañerismo que les permitió elaborar mejor lo que veían: imposible desterrar de la mente la vista de las barracas en las que se guardan enormes cantidades de zapatos y otras pertenencias de las víctimas, así como los objetos originales que se conservan en el museo del memorial.

El grupo también visitó el ex campo de exterminio Treblinka, en el que en su momento se asesinaron millones de personas; hoy queda muy poco que recuerde a las víctimas. En ese sentido, los estudiantes se mostraron más conmovidos por Majdanek que por Treblinka. En Majdanek, la historia parecía más real y auténtica que en Treblinka. Otro factor que contribuyó fue que ex presos de Majdanek se mostraron dispuestos a responder a las preguntas concretas de los alumnos.

Con apoyo de dos docentes, los estudiantes que habían participado en el viaje desarrollaron en 1989 una importante muestra sobre la Segunda Guerra Mundial en Polonia y sobre el ex campo de concentración Majdanek. Su objetivo fue describir las circunstancias históricas de la ocupación de Polonia y la política de exterminio alemana en la Gobernación General para sus compañeros en el Leonardo-da-Vinci-Gymnasium y reflejar las experiencias recogidas durante el viaje. Incorporaron a la exposición varios relatos de presos, entre ello textos de Halina Birenbaum, que en su libro "La esperanza es lo último en morir" describe como, siendo una muchacha joven, fue trasladada del ghetto de Varsovia a Majdanek y lo que vivió durante su permanencia en el campo. En total se confeccionaron unos 30 paneles para la exposición.

Los alumnos del Leonardo-da-Vinci-Gymnasium reaccionaron con mucho interés al recorrido por la exposición, de modo que las siguientes visitas al sitio conmemorativo fueron muy solicitadas. En los próximos años lectivos ofrecimos nuevas visitas. De uno de los siguientes seis viajes también participaron alumnos del 8ª año. En total viajaron a Majdanek hasta la fecha unos 140 alumnos; algunos de ellos repitieron el viaje hasta tres veces. Cuando se les preguntó por el motivo contestaron: "tenemos que terminar el trabajo de investigación comenzado en el archivo."

El registro de defunciones: en busca de las víctimas de Alemania

Sobre todo los más jóvenes en nuestro grupo se ocuparon muy exhaustivamente de buscar los nombres de las víctimas que pueden ser comprobados por medio de los registros existentes en los archivos del memorial. Dos libros, correspondientes a los años 1942 y 1944, sobrevivieron al incendio intencional desatado por los hombres de la SS. De los fragmentos conservados surgen las cremaciones consumadas en esos años. Sin embargo, sólo se registraron las personas que permanecieron detenidas por algún tiempo en el campamento. Los presos que fueron deportados, asesinados y cremados inmediatamente después de su llegada al campamento ni siquiera aparecen con su nombre y fecha de nacimiento en los anuarios del crematorio. Sólo los que habían permanecido algunos días, semanas o meses en el campo quedaron registrados en los libros con número de preso, nombre, fecha y lugar de nacimiento, pertenencias y nacionalidad.

Durante varias de estas visitas, los alumnos ocuparon su tiempo en estudiar los documentos en el archivo y en anotar todas las informaciones existentes sobre los presos oriundos de Berlín, de la zona del Rin-Meno y más tarde de toda Alemania. Les resultaba difícil descifrar la letra gótica, muchas veces ilegible, de los contadores de la muerte. Sin embargo, desarrollaron particular empeño en documentar, a partir de las listas elaboradas, los nombres de las víctimas. Con frecuencia no alcanzaba el papel que habían traído.

En el registro de defunciones de 1942 predominan las víctimas judías. De regreso en Berlín, al comparar los nombres de los judíos alemanes asesinados con los asentados en los libros del Archivo Central de Coblenza, los alumnos comprobaron que muchos nombres que se encontraron en los libros del crematorio, no aparecían en los registros del Archivo Central, con lo que se demostró que los datos registrados en el Archivo Federal eran incompletos. Las informaciones obtenidas corroboraron que en un período de un total de diez semanas en 1942 fueron asesinados en Majdanek más de 600 ciudadanos alemanes, la mayoría de ellos judíos.

Una evaluación de los nombres de las víctimas alemanas permitió comprobar que el libro de muertes de 1944 se diferencia sustancialmente del de 1942. Contiene muy pocos nombres judíos. En su mayoría se trata de nombres de otros perseguidos o adversarios del régimen. En 1944, un gran numero de adversarios del régimen fue trasladado desde Alemania hasta Majdanek y asesinado en ese campo de concentración. Para alumnos y docentes se trató de un aspecto totalmente nuevo:
el número de presos asesinados provenientes de Polonia, Rusia y otros países del Este de Europa superaba ampliamente la cantidad de nombres que los alumnos pudieron registrar. Este hallazgo puso en duda el número estimado de 360.000 asesinados en Majdanek, ya que muchos no estaban registrados en los libros. ¿De dónde venían las montañas de zapatos que se encontraron al liberar el campo? Interrogantes que los alumnos se volvieron a plantear en vista de los hallazgos en el archivo.

En los documentos no sólo se encuentran los nombres de muchos judíos alemanes y polacos. Una vez que la región Lublin/Samosz fuera declarada "libre de judíos" se redujo el número de traslados de Europa del Este a Majdanek, por lo que las fuerzas de seguridad comenzaron a trasladar a ciudadanos alemanes desde Alemania a ese campo de exterminio. Se trataba de los llamados "asociales", homosexuales, Testigos de Jehová, delincuentes y adversarios del régimen. En los campos de concentración polacos se llevó adelante la política de exterminio en el sentido de la "arianización". Luego de que los alumnos tomaron conocimiento de estos documentos, comenzaron a cuestionar también esas informaciones en el archivo del sitio conmemorativo. Se enteraron de que los familiares de los detenidos eran notificados de la muerte de sus parientes a través de las llamadas notificaciones de deceso. El listado de nombres reunido comprende a cientos de nombres, informaciones sobre el respectivo motivo de la detención, la oficina a cargo de su internación, la causa de la muerte indicada en la documentación correspondiente, fecha y lugar de nacimiento, así como fecha de la defunción. Resultó llamativo que en un mismo día fallecieran 20 personas por fallas cardíacas y circulatorias. Todas ellas fueron cremadas.

Luego de la publicación de los nombres de estas víctimas de Majdanek en conexión con la presentación de la exposición en el ayuntamiento de Neukölln se nos acercó un señor, cuya esposa quería saber por qué su padre había ingresado en Majdanek. Las autoridades municipales competentes le negaban tomar vista de las actuaciones correspondientes. Dado que los alumnos también habían anotado la razón de la detención pudimos informarle que su suegro había sido enviado por la policía federal al campo de concentración de Majdanek como "preso homosexual". La información recibida conmocionó profundamente a este hombre. Todo hacía suponer que su suegro había sido víctima de una denuncia.

Con los datos disponibles en los libros de defunciones estamos en condiciones de aclarar otros destinos, aunque por el momento no tenemos en claro la forma de hacerlo.

La elaboración de los listados generó muchos momentos de reflexión en los alumnos. A veces, el desencadenante era la fecha de nacimiento o un nombre de pila que les recordaba alguna persona querida o que los invitaba a reflexionar sobre los hechos. Comprobaron, por ejemplo, que todo un grupo de jóvenes provenientes de Francfort había sido asesinado y descubrieron que un padre y un hijo habían perecido en el término de dos semanas. Familias enteras habían sido exterminadas. A menudo, los alumnos permanecían sumidos en sus pensamientos, asociando nombres o circunstancias de la vida que les permitían establecer un nexo de unión con las víctimas.

Finalmente, los jóvenes obtuvieron el permiso de usar el fichero principal del archivo que comprendía los nombres de 70.000 detenidos. Al verificar la forma en que se escribían los nombres de las víctimas, los estudiantes comprobaron que en el archivo principal faltaban algunos nombres que habían encontrado en los libros de defunciones. "Ahora existe al menos una pequeña constancia acerca de la muerte de esta gente", señaló un docente sorprendido por el hecho de que los archivos seguían incompletos aun tanto tiempo después.

Las investigaciones sobre el papel de los asesinos

Los trabajos de investigación en el archivo insumieron aproximadamente las 2/3 partes de la estancia en Majdanek e incluyeron también el papel de los asesinos.

Por una casualidad los alumnos habían encontrado en uno de los tantos cajones del archivo al que tenían acceso casi irrestricto, fotos de hombres y mujeres de la SS que cumplían servicio en Majdanek. Se preguntaron cómo había sido posible que esas personas se convirtieran en criminales; en sus investigaciones siguieron enfoques sociológicos: ¿Quiénes eran estas mil personas responsables del régimen del terror y de la destrucción de las víctimas en Majdanek? ¿Estaban casadas, tenían hijos, cuál era su profesión? Los conmocionó el gran número de agentes de la SS. Ya no era creíble la afirmación de muchos abuelos de que no habían sabido nada de todo esto. Continuaron la búsqueda de informaciones acerca de los criminales en el archivo del sitio conmemorativo y más tarde en el Berlin Document Center, mientras aún estaba bajo administración norteamericana. Actualmente, dicho centro de documentación ha restringido las posibilidades de investigación invocando la ley sobre protección de datos de las personas.

A medida que fueron avanzando en el trabajo con material difícilmente accesible en general, los estudiantes fueron comprendiendo que en muchos casos se trataba de ciudadanos totalmente normales que en los campos de concentración se transformaban en verdaderas bestias. Los alumnos leyeron la documentación presentada por miembros de la SS cuando se postulaban para el puesto, el intercambio epistolar con entes oficiales, sanciones, en algunos casos permisos para contraer matrimonio y "certificados de origen ario", evaluaciones para ascensos, etc. Copiaron muchas informaciones importantes porque este material no había sido ni sistematizado ni publicado hasta la fecha. Se toparon con detalles sobre los comandantes de los campos y la minuciosa burocracia de las fuerzas de la SS que desconocían. Encontraron en los archivos solicitudes de licencia rechazadas, intercambio de notas con las autoridades, por ejemplo acerca de un miembro de la SS que al ver rechazada su solicitud de licencia, se disparó en la mano y sólo entonces recibió permiso para viajar a su casa. También despertaron el interés de los alumnos los informes sobre mala conducta de agentes y guardias de la SS, dado que las evaluaciones negativas impedían un traslado a áreas sensibles como Auschwitz.

Obviamente uno de los interrogantes centrales giró en torno al sistema capaz de desarrollar este tipo de personas; los alumnos aprendieron a plantear preguntas a la historia que llegan hasta el debate político actual. Los estudiantes también se preguntaron cómo era posible que miembros de la SS que habían cumplido servicio en los campos de concentración seguían cobrando pensión del Estado alemán sin importar si residían en Alemania, Croacia o en Ucrania, en tanto que los víctimas todavía no habían recibido indemnización alguna, pese a haber estado presos y obligados a realizar trabajos forzados o a ejercer la prostitución.

Exposición sobre el memorial y resultados de la investigación

En 1990, y ante la insistencia de los alumnos que querían presentar públicamente sus experiencias recogidas en Majdanek, decidí crear un grupo de trabajo.

Durante los preparativos para la exposición evaluamos una y otra vez las distintas alternativas que teníamos para representar los terribles acontecimientos. ¿El público iba a sentir lo mismo que nosotros cuando vimos con nuestros propios ojos los sitios del horror y de la destrucción de tantas vidas humanas? Durante toda la etapa de diseño y realización de la exposición nos persiguió la duda acerca de cómo representar la maquinaria de destrucción industrial de las personas. Algunos jóvenes insistieron en que no debíamos renunciar a presentar montañas de cuerpos desnudos, asesinados. Aducían que teníamos que presentar las cosas como habían sido. Otros se expresaron a favor de mostrar las fotos de miles de zapatos de niños, mujeres y hombres. Al ser liberado el campo de concentración se encontraron en Majdanek 800.000 pares de zapatos en el sector donde se alojaban los presos. Finalmente coincidimos en que resultaba más adecuado representar los zapatos: siguen conmoviendo hondamente a los visitantes del memorial, no solamente por la cantidad, sino también por el olor que sigue emanando de ellos. Queríamos rendir tributo a la memoria de los muertos y no conmocionar a los adolescentes, sino invitarlos a reflexionar.

Los primeros paneles estaban confeccionados en madera barata que los alumnos pintaron de amarillo. En estos paneles se exhibía documentación sobre Polonia, luego de ser ocupada por Alemania; se describía la situación en el ghetto de Varsovia y en la Gobernación General por parte de testigos oculares así como fotos tomadas por los propios alumnos en el campo de concentración Majdanek. Completaban la muestra textos escritos por alumnos y relatos de reclusos sobre la vida en el campo de concentración y la maquinaria de exterminio. Cuando los libros escolares y de textos no contenían suficiente información, recurrimos a bibliotecas. Después de cada viaje a Majdanek se agregaban otros paneles en los que se presentaban nuevos relatos de presos e informaciones sobre miembros de la SS. Con ayuda de estudiantes polacos de Lublin y Berlín se analizaron las transcripciones en polaco de los juicios de posguerra en base a los cuales se elaboraron los primeros textos sobre el ex jefe del crematorio, Erich Muhsfeldt. Se trata de material que fue traducido por primera vez al alemán y que da cuenta de los horrendos crímenes cometidos por el genocida; ese trabajo fue presentado en la muestra.

Los paneles de la muestra fueron confeccionados en numerosas tardes fuera del horario de clases. Los fondos necesarios para realizar la muestra se obtuvieron con la venta de comida a los docentes y wafles en las ferias navideñas de Berlín.

Además de ser exhibida varias veces en la escuela, la muestra fue presenta en 1995 en el ayuntamiento y en el "Taller de las culturas del mundo" en Neukölln. En ambas ocasiones mereció gran interés y reconocimiento.

Ignatz Bubis, presidente del Consejo Central de los Judíos en Alemania, visitó en octubre de 1993 la exposición en la escuela y dialogó con los alumnos acerca del proyecto y de las tendencias neonazis en Alemania.

Los alumnos que habían estado en Majdanek hicieron visitas guiadas para sus compañeros por la exposición y narraron sus experiencias en el memorial. Así surgió la idea de informar sobre el proyecto Majdanek a alumnos en otros países, además de ir completando importantes datos e informaciones en el archivo.

Los alumnos como comunicadores

Desde 1993 varios colegas y yo hemos venido informando en otros países acerca del proyecto Majdanek. Hemos recibido el apoyo de varias fundaciones y de las autoridades distritales de Neukölln. En 1995, la exposición fue traducida al polaco y algunos alumnos visitaron en 1996 el colegio Wladyslaw IV en Varsovia, para presentar a sus amigos polacos los resultados del trabajo y las experiencias recogidas durante los viajes a los ex campos de exterminio Majdanek, Treblinka y Sobibór. Actualmente la exposición permanece en Varsovia y, para alegría del grupo de trabajo, las escuelas polacas hacen frecuente uso de la misma.

Docentes japoneses que visitaron la escuela y vieron la muestra, nos invitaron a su país. Nos explicaron que en Japón sería inconcebible mostrar una exposición de este tipo en edificios públicos. Hablar sobre los crímenes de guerra cometidos por los japoneses, abordar el tema de la culpa de la guerra, analizar estos temas en clase u ofrecer literatura sobre el tema en bibliotecas públicas sigue siendo tabú en Japón. Muchos japoneses, incluso políticos y pedagogos, suponen que estos terribles temas implantarían pensamientos negativos en las mentes adolescentes, además de poner en peligro el sistema tradicional y desencadenar reacciones acaso incontrolables entre los jóvenes. En 1995, la exposición Majdanek fue traducida al japonés con apoyo de la oficina del distrito Neukölln y algunas fundaciones. Un grupo de voluntarios recopiló durante su tiempo libre el material para la exposición japonesa.

24 alumnos y alumnas entre 17 y 22 años que en años previos habían estado en Majdanek, viajaron en 1995 en tres grupos por 30 ciudades en Japón, entre Osaka, Okayama, Tsumaya, Fukuoka, Hiroshima, Nagasaki, Matsumoto, Yokohama, Omiya y Urawa. La exposición fue presentada en museos, ayuntamientos y escuelas y dio lugar a un intercambio de opiniones con alumnos japoneses sobre la confrontación con el pasado. También hablamos sobre el trabajo de investigación de nuestro grupo de trabajo, que para los jóvenes japoneses representaba una experiencia inédita en la elaboración de la historia.

La muestra sigue exhibiéndose hasta la fecha en ayuntamientos y escuelas japonesas y a veces nos llegan artículos de diarios comentándola.

Durante el viaje de 1994 al memorial, los alumnos tomaron conocimiento de la existencia de sobrevivientes noruegos de varios campos de concentración, entre ellos Majdanek. Finalmente, y tras varios intentos, logramos establecer contacto con Erling Bauck, un ex prisionero del campo de concentración, al que un pequeño grupo de diez alumnos visitó en 1996 en Frederikstad, Noruega. Llevábamos con nosotros nuestra exposición traducida parcialmente al inglés. La muestra fue presentada por espacio de una semana en la biblioteca municipal. Erling Bauck se mostró muy complacido y sorprendido de que jóvenes alemanes trataran de encontrarlo. Nos relató acerca de sus vivencias en diversos campos de concentración alemanes, así como la marcha de la muerte de Majdanek a Auschwitz que logró sobrevivir.

En Noruega, los alumnos comprobaron que al igual que en Polonia y en Japón, su estadía en las casas de las familias que los acogieron contribuía mucho al entendimiento recíproco y ayudaba a eliminar prejuicios existentes. Una escuela noruega nos pidió que el Leonardo-da-Vinci-Gymnasium fuera una escuela hermana; actualmente nos estamos preparando para el primer intercambio.

Muchas alumnas y alumnos que participaron de los viajes a los sitios conmemorativos han completado ya sus estudios secundarios. Muchos de los alumnos más jóvenes se vieron tan inspirados por el último viaje que presentaron sus experiencias a estudiantes de otras escuelas secundarias y universidades de Berlín durante las jornadas celebradas en el invierno de 1997/98 en el marco de las huelgas estudiantiles. Así, el proyecto fue desarrollando su dinámica propia.

Para 1998, el grupo de trabajo proyecta un viaje a Israel durante el cual hará entrega de los resultados de la investigación al Yad Vashem, organismo nacional israelí para la memoria del Holocausto,. Asimismo hemos pedido a Halina Birenbaum, con quien mantenemos fluidos contactos desde hace mucho tiempo y que siendo joven estuvo en Majdanek y más tarde en Auschwitz, que guíe a alumnas y alumnos israelíes junto con nuestro grupo por la exposición en Yad Vashem. 

 

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