En busca de nuevas formas de formación cívica en el trabajo con los jóvenes, el Círculo Regional de la Juventud de Schwerin organizó en 1997 un workcamp en el ex campo de concentración de Wöbbelin. Los jóvenes buscaban rastros de aquel campo en el terreno en donde funcionó. Las piezas halladas fueron medidas, fotografiadas y rotuladas. Los jóvenes documentaron el trabajo en el vídeo: "Para que el pasto no termine cubriendo la historia"
Descripción del proyecto
A ocho años de los profundos cambios políticos acaecidos tras la caída del muro de Berlín, dos entidades del este de Alemania comenzaron a buscar nuevas formas de formación cívica en el marco de proyectos para la juventud. Con ese fin, el Círculo Regional de la Juventud [Landesjugendring] de Mecklemburgo-Pomerania Occidental y el proyecto "Trabajo en sitios conmemorativos de Mecklemburgo-Pomerania Occidental" acuñaron la idea de organizar conjuntamente un campamento de trabajo para buscar huellas históricas en el terreno del ex campo de concentración de Wöbbelin. La motivación inicial para encarar esta tarea se dio cuando nos enteramos de que se planeaba construir a través de dicho predio un tramo del tren de alta velocidad "Transrapid" entre Berlín y Hamburgo. Si bien finalmente se logró detener ese proyecto, se puso de manifiesto que poco era lo que la opinión pública sabía acerca de los restos del campo de concentración. Por otra parte, queríamos probar el workcamp, campamento de trabajo, como metodología de trabajo en la formación cívica de jóvenes de Mecklemburgo-Pomerania Occidental: en la actualidad, los campamentos de trabajo representan un componente integral del trabajo conmemorativo internacional. Sin embargo, no queríamos limitarnos a buscar y documentar restos del campo, sino también abrir la cuestión a la opinión pública, registrar el trabajo del workcamp en vídeo y llevar a cabo tareas de prensa y difusión. Para ello buscamos el apoyo profesional del área de capacitación en medios del Centro Regional de Cine y Vídeo y también de la periodista Simone Hantsch, quien, a su vez, colabora en forma activa en la Asociación de Fomento de los Monumentos Conmemorativos de Wöbbelin.
Logramos convocar a alumnos de varios 10º años de la escuela Borwin de la localidad de Rostock y a una alumna del Goethe-Gymnasium de Ludwigslust para que participaran del campamento de trabajo a realizarse en las vacaciones de otoño, que se llevaría a cabo entre el 2 y el 7 de octubre de 1997. En la ronda de presentación que tuvo lugar en el primero de los seis días del encuentro, sondeamos los intereses de los jóvenes en relación con el trabajo del workcamp. Para nuestra sorpresa, todos, sin excepción, manifestaron su interés por saber más sobre los acontecimientos históricos sucedidos en ese lugar. Como era época de vacaciones, habíamos supuesto que primarían las ganas de divertirse y de llevar a cabo las típicas actividades de tiempo libre. Sin embargo, la historia del sector periférico del campo de concentración Neuengamme que se construyó en 1945, disparaba una movilización emocional en los jóvenes, en tanto que la búsqueda de huellas en el terreno del ex campo prometía hallazgos y una representación concreta de los hechos ocurridos.
En pleno abril de 1945, Wöbbelin seguía siendo la meta de numerosas evacuaciones y marchas de la muerte desde otros campos de concentración. Miles de prisioneros vegetaban en condiciones indescriptibles. El 2 de mayo de 1945, las tropas norteamericanas liberaron aproximadamente a 4.000 prisioneros, pero para muchos de ellos, la liberación llegó demasiado tarde. Más de 1.000 murieron, muchos de ellos aun después del 2 de mayo de 1945 [ver Documentos]. El escenario de sus padecimientos cayó en el olvido después de que en 1948, se autorizara la destrucción de esas barracas.
Los alumnos se dividieron en tres grupos. Uno de ellos (el grupo "outdoor") se dirigió al terreno e intentó hallar restos del campo. Las ruinas edilicias y otras piezas halladas fueron medidas, rotuladas y fotografiadas. Una vez concluido este proceso intentamos identificar claramente la ubicación de esas piezas en el terreno.
En total se lograron identificar 20 piezas, como por ejemplo restos de paredes y cimientos, aunque también caños, piezas de ferrocarril y de armamento militar. Además de restos edilicios desconocidos hasta la fecha, ubicados alrededor de la letrina, pudimos encontrar rastros del campo provisorio en el que fueron alojados los primeros prisioneros de campos de concentración, técnicos alemanes y la tropa de vigilancia de la SS en febrero de 1945. También encontramos distintas piezas de ferrocarril en la antigua zona de empalme de los andenes ferroviarios.
Un segundo grupo se dedicó a interiorizarse en el manejo de los elementos básicos de la técnica de vídeo, bajo la supervisión de dos experimentados docentes del área de los medios de comunicación, Anja Weisz y Christoph Gagzow. Posteriormente desarrollaron una idea para el guión, la volcaron en un storybook y registraron las tareas desarrolladas en exteriores con una cámara de video. El título de su película "Para que el pasto no termine cubriendo la historia" se convirtió en el lema de todo el workcamp. El grupo pasó los últimos dos días del campamento editando el documental, con la intención de mostrar una primera versión a todos los participantes en los últimos momentos del encuentro.
Bajo la dirección de Simone Hantsch, un tercer grupo llevó a cabo el imprescindible trabajo de prensa y difusión durante el campamento. Los integrantes de este equipo redactaron los textos para la documentación del trabajo que iba a presentarse en Wöbbelin, elaboraron información para los medios y organizaron conferencias de prensa en el memorial de Wöbbelin. Esta información fue recogida por periodistas de distintos medios y se reflejó en varios artículos de la prensa regional y nacional. Con el apoyo técnico de la editorial "Mückenschweine" de Stralsund se llevó a cabo un registro del trabajo realizado; en el libro, los participantes se presentan personalmente y describen las actividades realizadas en Wöbbelin. Para terminar con las tareas propuestas, los tres grupos trabajaron intensamente y, a menudo, hasta altas horas de la noche.
Para todos los participantes, resultó de fundamental importancia la conversación con uno de los sobrevivientes del campo de concentración de Wöbbelin. Los recuerdos que guardaba fueron un aporte decisivo para que los jóvenes pudieran hacerse una idea más concreta del sufrimiento que impregna los restos hallados en ese terreno. El señor Kary respondió cada pregunta con gran apertura y mucho compromiso. En este contexto no eludió mencionar aspectos de su vida después de 1945 ni cómo convivió con los recuerdos del campo de concentración y su judaísmo en la República Democrática Alemana.
La organización y moderación estuvo en manos de Wolfgang Klameth, referente pedagógico del Círculo Regional de la Juventud de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, quien también se encargó de organizar para el escaso tiempo libre propuestas originales que permitieron a los participantes conocerse mejor y divertirse. El Círculo Regional de la Juventud financió los seis días en Wöbbelin. La calidad de la atención y el hospedaje en los paradores de Wöbbelin aportó al éxito general de la empresa. Cabe destacar la hospitalidad del gerente, el señor Möhrer, quien hizo realmente todo lo que estaba a su alcance para responder a los deseos de cada participante.
Con los resultados del workcamp en mano, las alumnas y alumnos tienen la intención de presentarse en el concurso "La historia está en todas partes: explora tu lugar", una iniciativa que parte del proyecto "Trabajo en los memoriales de Mecklemburgo-Pomerania Occidental" bajo la dirección del ex prisionero de un campo de concentración y actual productor cinematográfico, profesor Gyula Trebitsch. Tras el exitoso trabajo con jóvenes en Wöbbelin, los organizadores avizoran el surgimiento de un trabajo continuo in situ que permita una confrontación no convencional con el tema de los crímenes del nacionalsocialismo. Al mismo tiempo, ya estamos considerando la posibilidad de llevar a cabo un workcamp combinado con un "taller cultural" en Wöbbelin en julio de 1998.